Me ha
llamado la atención la perspectiva que tienen muchos profesionales acerca de
vincular los videojuegos con la educación. La verdad es que nunca se me habría
ocurrido pensar en tantos beneficios que los juegos virtuales pueden ofrecer al
mundo de la enseñanza.
Tom
Chatfield, en su charla “Siete formas en que los videojuegos premian el cerebro”,
menciona algunas cosas que los videojuegos aportan a nuestra mente:
· La
barra de progreso: Resulta muy motivadora, ya que te informa de tu progreso.
· Los
propósitos a largo y corto plazo: Los videojuegos siempre tienen muchos
objetivos que te sientes motivado a alcanzar.
· La
recompensa por cualquier esfuerzo: Siempre habrá un premio como respuesta a
cualquier esfuerzo, ya sea pequeño o grande.
· Feed
back: Es el que más se relaciona con el aprendizaje, ya que es una asociación
que produces en tu mente al realizar una acción y observar sus consecuencias que,
ya sean malas o buenas, siempre van a provocar un aprendizaje inmediato.
· El
elemento de incertidumbre: Se trata de la duda que los videojuegos crean en la
persona acerca de las recompensas, lo cual es otro elemento motivador.
El
elemento neurológico que más nos motiva, según Tom Chatfield, es la
colaboración con otras personas. Pone el ejemplo de un famoso videojuego de
1999, en el cual, con el fin de matar a un dragón eran necesarias 40 personas.
Lo que la gente hizo fue pagar una moneda virtual a cada persona que se uniese,
lo cual los motivó a hacerlo. En la actualidad ese método se ha seguido
haciendo en otros videojuegos, con un porcentaje de éxito de casi el 100%.
Podríamos
crear la incertidumbre en los exámenes para motivar a los alumnos, podríamos
recompensar hasta el más mínimo esfuerzo y valorar el progreso de cada alumno/a
haciéndoles ver los objetivos que les aguardan, podríamos hacerles ver cómo
influyen sus acciones sobre su propio proceso educativo para que aprendan a
cambiar su forma de actuar, o comprobar que van progresando de forma adecuada y
que deben seguir así.
http://www.youtube.com/watch?v=krlvWo2e9w8
En este enlace, Marc Prensky (especialista en videojuegos y aprendizaje) nos desafía a cambiar el sistema educativo, con el fin de aportar nuevas habilidades a los niños y jóvenes mediante las nuevas tecnologías. Él afirma que los videojuegos, por ejemplo, son una herramienta muy útil, ya que nos dotan de motivación, disciplina, paciencia, nos permiten interactuar; incluso nos enseñan valores como la empatía, la solidaridad, el compañerismo, la tolerancia...
En definitiva, son una forma de cambiar la estructura cerebral de nuestros alumnos/as que, en lugar de continuar aprendiendo de la forma antigua, pueden y deben aprender de tal manera que les preparemos para un futuro próximo, usando las herramientas que el siglo XXI nos presenta y las cuales deben ser aprovechadas, siempre que sea, por supuesto, de una manera constructiva.
En este enlace, Marc Prensky (especialista en videojuegos y aprendizaje) nos desafía a cambiar el sistema educativo, con el fin de aportar nuevas habilidades a los niños y jóvenes mediante las nuevas tecnologías. Él afirma que los videojuegos, por ejemplo, son una herramienta muy útil, ya que nos dotan de motivación, disciplina, paciencia, nos permiten interactuar; incluso nos enseñan valores como la empatía, la solidaridad, el compañerismo, la tolerancia...
En definitiva, son una forma de cambiar la estructura cerebral de nuestros alumnos/as que, en lugar de continuar aprendiendo de la forma antigua, pueden y deben aprender de tal manera que les preparemos para un futuro próximo, usando las herramientas que el siglo XXI nos presenta y las cuales deben ser aprovechadas, siempre que sea, por supuesto, de una manera constructiva.
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