Según la Dirección de Investigación y Desarrollo
Educativo, Vicerrectoría Académica, Instituto Tecnológico y de Estudios
Superiores de Monterrey http://www.ub.edu/mercanti/abp.pdf ,
hablando acerca de las estrategias y técnicas didácticas en el rediseño, el
Aprendizaje basado en problemas es “una
estrategia de enseñanza-aprendizaje en la que tanto la adquisición de conocimientos
como el desarrollo de habilidades y actitudes resulta importante, en el ABP un
grupo pequeño de alumnos se reúne, con la facilitación de un tutor, a analizar
y resolver un problema diseñado para el logro de ciertos objetivos de
aprendizaje. Durante el proceso de interacción de los alumnos para entender y
resolver el problema se logra, además del aprendizaje del conocimiento propio
de la materia, que puedan elaborar un diagnóstico de sus propias necesidades de
aprendizaje, que comprendan la importancia de trabajar colaborativamente, que
desarrollen habilidades de análisis y síntesis de información, además de
comprometerse con su proceso de aprendizaje.”
A lo largo de toda nuestra vida nos vemos resolviendo problemas de
todo tipo, desde los más simples (qué me voy a poner hoy) hasta los más
complejos (con quién me voy a casar), y esto es algo que no podemos eludir,
aunque queramos, ya que forma parte de nuestra vida.
En la Escuela, se pasa una cantidad exagerada de tiempo haciendo
que los alumnos/as respondan a preguntas de las cuales sólo se puede sacar una
respuesta correcta. No se les está enseñando habilidades para resolver
problemas, y por lo tanto, no salen preparados para enfrentarse a problemas en
su vida cotidiana (fuera de la Escuela). No hay una respuesta correcta para “¿con
quién debo casarme?”, pero se puede llegar a la respuesta dando lugar a mucho
aprendizaje a lo largo del camino y, además, no conocemos cuál será la
respuesta final. Ése es el verdadero aprendizaje, que puede darse después de los
errores y después de las experiencias.
De esta manera, aquellos que sepan que hay muchas respuestas “correctas”
para una pregunta (problema) tendrán más ventaja que aquellos que piensen que sólo
hay una respuesta correcta.
Concluyo dejándoos con esta reflexión: Si lo que la docencia
queremos es que nuestros alumnos/as salgan realmente preparados para
enfrentarse a sus vidas, deberíamos empezar desde la base: La forma en cómo
enseñamos, y la manera en que ellos/as aprenden.
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